¿Cómo se calcula la indemnización después de un ERTE?

Después de un ERTE, la indemnización se calcula de acuerdo con los parámetros legales establecidos. Es importante tener en cuenta que el cálculo varía dependiendo de diferentes factores.

En primer lugar, es necesario determinar la base de cálculo para la indemnización. Esta base está compuesta por el salario percibido por el trabajador antes del ERTE, incluyendo las pagas extras y otros complementos.

Una vez se ha obtenido la base de cálculo, es necesario aplicar el porcentaje correspondiente a la indemnización. Este porcentaje varía en función del tiempo que el trabajador haya estado afectado por el ERTE. Por ejemplo, si ha estado en un ERTE durante menos de 180 días, la indemnización será del 45% de la base de cálculo.

Además, es importante mencionar que existe un límite máximo para la indemnización. Este límite se establece en función del salario del trabajador y de los años de antigüedad en la empresa. El límite máximo es de 720 días de salario para los trabajadores con menos de 12 años de antigüedad, y de 1.440 días de salario para aquellos con más de 12 años de antigüedad.

En resumen, la indemnización después de un ERTE se calcula en base al salario percibido antes del ERTE, aplicando un porcentaje en función del tiempo de afectación y teniendo en cuenta el límite máximo establecido. Es importante consultar la legislación vigente para obtener información precisa y actualizada sobre este tema.

¿Qué pasa si te despiden después de un ERTE?

El ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) ha sido una medida implementada por muchas empresas durante la crisis sanitaria del COVID-19 para hacer frente a la reducción de la actividad y evitar despidos. Sin embargo, puede darse el caso de que, una vez finalizado el ERTE, la empresa decida despedir a algunos empleados.

En este caso, si te despiden después de un ERTE, tienes ciertos derechos y opciones a considerar. En primer lugar, debes saber que la empresa debe justificar adecuadamente las causas del despido, ya que no puede ser arbitrario ni discriminatorio. Si consideras que el despido es injusto, puedes impugnarlo y reclamar ante los tribunales laborales.

En segundo lugar, si te despiden después de un ERTE, tienes derecho a recibir una indemnización. La cantidad dependerá de varios factores, como el tiempo que hayas estado en la empresa y tu salario. Además, también puedes solicitar el pago de las prestaciones por desempleo, siempre y cuando cumplas con los requisitos establecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Otra opción a considerar si te despiden después de un ERTE es la posibilidad de llegar a un acuerdo con la empresa. En algunos casos, la empresa puede estar dispuesta a negociar una compensación económica adicional o la readmisión en otro puesto de trabajo. Es importante tener en cuenta que cualquier acuerdo debe ser por escrito y contar con el asesoramiento legal correspondiente.

Finalmente, es importante mencionar que, ante un despido después de un ERTE, es recomendable contar con el apoyo de un profesional en materia laboral. Un abogado especializado en derecho laboral podrá asesorarte sobre tus derechos, ayudarte en el proceso de impugnación del despido y negociar en tu nombre.

¿Cuánto me tienen que pagar si me despiden estando en ERTE?

Si te despiden estando en ERTE, debes tener en cuenta que el importe que recibirás dependerá de varios factores. En primer lugar, es importante tener claro que el ERTE es una medida temporal que busca evitar los despidos realmente, pero no impide que el empleador pueda tomar la decisión de prescindir de tus servicios si no recupera completamente su actividad.

En este caso, el empleador deberá indemnizarte como si se tratara de un despido improcedente, es decir, cumpliendo con la normativa laboral vigente. La cantidad que te corresponda se calculará en función de tu antigüedad en la empresa y del salario que estés recibiendo actualmente durante el ERTE.

Además, es importante destacar que la indemnización máxima a la que tendrías derecho es de 33 días de salario por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades. Este límite se aplica tanto si estás en ERTE como si no.

Es necesario tener en cuenta que si el despido se considera procedente, es decir, si se justifica por motivos objetivos o disciplinarios, no recibirás ninguna indemnización adicional, te corresponderá únicamente el pago de los salarios pendientes hasta la fecha de despido.

En conclusión, si te despiden estando en ERTE, tendrás derecho a recibir una indemnización por despido improcedente, la cual dependerá de tu antigüedad y salario. Recuerda que existe un límite máximo de indemnización y que en caso de despido procedente no recibirás compensación adicional.

¿Cuánto tiempo tiene que pasar para despedir después de un ERTE?

¿Cuánto tiempo tiene que pasar para despedir después de un ERTE?

Un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una medida que permite a las empresas suspender o reducir la jornada laboral de sus trabajadores de manera temporal, en situaciones de crisis o dificultades económicas.

Cuando una empresa se encuentra en un ERTE, debe respetar una serie de condiciones y restricciones establecidas por la ley para garantizar la protección de los derechos de los trabajadores. Uno de estos requisitos es el llamado "periodo de salvaguarda", que es el tiempo que debe pasar antes de que la empresa pueda despedir a un empleado después de finalizado el ERTE.

Según la legislación laboral española, el periodo de salvaguarda es de 6 meses a partir de la fecha en la que finaliza el ERTE. Durante este tiempo, la empresa no puede realizar despidos objetivos ni despidos disciplinarios relacionados con motivos derivados del ERTE.

Durante el periodo de salvaguarda, la compañía debe mantener el empleo de los trabajadores que estaban dentro del ERTE y no puede sustituirlos por otros empleados. También está prohibido realizar contrataciones temporales para cubrir las vacantes generadas por los trabajadores en ERTE.

Es importante tener en cuenta que el incumplimiento de estas condiciones puede llevar a sanciones económicas para la empresa y a la declaración de nulidad del despido realizado durante el periodo de salvaguarda.

En resumen, después de un ERTE, la empresa debe respetar un periodo de salvaguarda de 6 meses antes de poder despedir a un trabajador. Durante este tiempo, se deben mantener las condiciones laborales de los empleados que estaban en ERTE y está prohibido realizar nuevos despidos relacionados con el ERTE.

¿Qué diferencia hay entre un ERTE y un ERE?

Un ERTE y un ERE son dos conceptos muy utilizados en el ámbito laboral que, aunque suenen parecidos, tienen significados y aplicaciones diferentes.

Un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) es una medida que permite a las empresas suspender o reducir temporalmente los contratos de trabajo debido a causas de fuerza mayor o económicas. Durante un ERTE, los empleados pueden estar exentos de trabajar o trabajar en jornadas reducidas, pero siguen manteniendo su puesto de trabajo y derechos laborales.

Por otro lado, un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) es un procedimiento que las empresas utilizan para despedir de manera colectiva a un grupo de empleados. Los motivos detrás de un ERE pueden ser variados, como la reestructuración de la empresa, la falta de rentabilidad o la bajada de la demanda de productos o servicios. En un ERE, se pueden llevar a cabo despidos objetivos, voluntarios o colectivos.

A diferencia del ERTE, en un ERE los empleados afectados pierden su puesto de trabajo y se ven afectados en sus derechos laborales, como el derecho a indemnización por despido. Además, la empresa está obligada a llevar a cabo un proceso de negociación con los representantes de los trabajadores para tratar de llegar a un acuerdo.

En resumen, mientras que un ERTE implica una suspensión o reducción temporal de los contratos de trabajo, un ERE implica despidos colectivos de manera definitiva. Ambas medidas son herramientas que las empresas pueden utilizar en situaciones complicadas, pero es importante conocer la diferencia entre ellas para saber cómo pueden afectar a los trabajadores y a la empresa en general.

Otros artículos sobre Contabilidad