La presentación de las cuentas anuales es una obligación fiscal que todas las empresas deben cumplir. Esta tarea consiste en redactar un informe sobre las actividades financieras llevadas a cabo durante un periodo determinado, y enviarlo al Registro Mercantil del país correspondiente.
Para evitar problemas y multas, es importante conocer la fecha límite para depositar estas cuentas. En España, el plazo es de seis meses desde el cierre del ejercicio económico de la compañía, que suele ser el 31 de diciembre de cada año. Por lo tanto, el depósito de las cuentas tendrá que realizarse antes del 30 de junio del año siguiente.
Si por alguna razón la empresa no cumple con el plazo establecido para depositar las cuentas anuales, ésta se enfrentará a una sanción económica. El importe de la multa varía en función del retraso acumulado y el tamaño de la compañía, pudiendo ser bastante cuantiosa.